Cuerpo, mente y emociones.

Si hay tres palabras que me definen son éstas. Lo hacen a través de las actividades que he ido conociendo y practicando a lo largo de los años y que se han ido convirtiendo en mis pasiones.
El deporte ha sido mi gran aliado: autodefensa, acrobacias aéreas, patinaje, entrenamientos funcionales.... y cuando lo practico en la naturaleza más aún: montañismo, escalada, bici...
En 2010 comencé a darme cuenta de que, aunque el deporte me aportaba grandes beneficios, también lo utilizaba para evitar una situación dura que estaba viviendo. El cuerpo me dio avisos en forma enfermedades, pero no conseguía ver la conexión de éstas con mi situación emocional. Harta de estar así, decidí irme a México, pensando que huir me iba a dar la solución.
Fue allá donde encontré a unas maravillosas terapeutas que combinaban técnicas manuales y corporales con psicológicas y emocionales. Con ellas aprendí a enfrentarme a situaciones difíciles, a respetarme y aceptarme.
Volví a Madrid con ganas de formarme en terapias emocionales y cursé distintas disciplinas como Terapia de Reencuentro en la Universidad de Sevilla, cursos de terapias humanistas y talleres de género.
Comencé a ser consciente de cómo el contexto social y sus valores interseccionales de género, identidad sexual, clase, raza, diversidad funcional y edad generaban desigualdades que nos influían en nuestro estado emocional y corporal.
Me surgió la inquietud de acceder a estos malestares a través del cuerpo y empecé mis formaciones en terapias manuales. En la Escuela Kabat de Madrid estudié Quiromasaje, Masaje Deportivo y Drenaje Linfático Manual. Continué con Osteopatía en la Escuela de Formación ISED-Madrid, que me aportó esa mirada global y holística del cuerpo humano para llegar a la salud. Actualmente estoy terminando la formación del sistema fascial: Miofascia, Viscerofascia y Cráneo fascial y fluído. Más otros cursos que voy realizando para aprender un poquito más y poder llegar más a fondo en las sesiones.
Este recorrido me hizo cambiar el concepto de salud a un estadio más amplio. La mochila emocional que llevamos cada persona más el contexto social donde nos desarrollamos nos influye de tal manera que puede causarnos malestares corporales.
En 2014 comencé a crear y facilitar talleres con perspectiva de género en distintos espacios públicos y privados y en enero de 2020 trasladé mi gabinete al Espacio Terapeútico Áncora 13, en la calle Áncora 13 1D, donde paso consulta de Osteopatía actualmente.
Mis valores a la hora de trabajar.
En las sesiones hago un trato personalizado según las características y necesidades de la persona. Comienzo desde la mirada holística de la osteopatía y voy combinando las herramientas que mejor se adapten a cada quien.
En nuestro día a día es fácil que pongamos una mala postura al estar muchas horas estudiando, vivamos estrés en el trabajo, forcemos en nuestro entrenamiento deportivo o tengamos una caída fortuita. Esto nos genera una tensión que deja una parte del cuerpo fija e inmóvil y otra parte demasiado móvil, siendo ésta la que nos produce un síntoma: el dolor.
En las sesiones trato de buscar esa parte que no se mueve para devolverle su movilidad natural, haciendo que el resto del cuerpo funcione armónicamente y desaparezcan las molestias. Por eso, cuando vamos con un dolor de espalda, se miran otras partes del cuerpo como la cadera y el cuello, porque pueden estar generando ese síntoma de dorsalgia.

Si no atendemos al cuerpo cuando nos habla en forma de dolor o enfermedad y lo dejamos pasar, se irá reajustando para no sentir ese daño y creará otra tensión y un nuevo síntoma distinto al anterior. Cuanto más dejemos pasar el tiempo, más sesiones necesitaremos para encontrar el verdadero origen e ir dando movilidad a esas partes estancadas.
La duración de las sesiones dependerá del tipo de lesión osteopática, el origen de la dolencia, el tiempo que lleve en el cuerpo y la respuesta del organismo de cada persona. Intento poner siempre lo mejor de mí para hacer sesiones eficaces y, de esta manera, hacer las mínimas posibles.
Me gusta tener en cuenta el ritmo de cada quien según su contexto. Si eres deportista, intentaremos no parar tu actividad del todo. Si vives una situación emocional difícil, iremos viendo cuándo tu cuerpo está preparado para abordarla. Si no puedes cambiar tu contexto, veremos maneras para que lo lleves de forma que te haga menos daño.