Espondilitis: Comprenderla y Abordarla desde la Osteopatía
- Bea Acebes Herranz
- 24 abr
- 2 Min. de lectura
La espondilitis es un término que engloba diversas afecciones inflamatorias que afectan la columna vertebral y, en algunos casos, otras articulaciones. Dentro de este grupo, la espondilitis anquilosante es la más conocida. Se trata de una enfermedad crónica que puede generar rigidez, dolor y pérdida de movilidad con el tiempo. Aunque su causa exacta no está completamente definida, se ha relacionado con factores genéticos y alteraciones en el sistema inmunológico.

¿Cómo Afecta la Espondilitis al Cuerpo?
Esta afección afecta principalmente la columna vertebral, en especial la zona lumbar y la pelvis. Con el tiempo, la inflamación puede llevar a la fusión de las vértebras, lo que limita la flexibilidad y genera una postura encorvada. Además, puede comprometer otras articulaciones, como las caderas, rodillas e incluso los hombros. En algunos casos, también se pueden ver afectados los ojos (uveítis) o el sistema cardiovascular.
Los síntomas más comunes incluyen:
Dolor y rigidez en la espalda baja, especialmente en reposo o por la mañana.
Pérdida de movilidad en la columna.
Fatiga generalizada.
Posibles dolores en otras articulaciones.
Inflamación en los tendones y ligamentos.
¿Por Qué se Genera la Espondilitis?
Aunque la causa exacta no se conoce, se ha identificado una relación con el sistema inmunológico y el gen HLA-B27. Se cree que la espondilitis es una enfermedad autoinmune en la que el cuerpo ataca sus propios tejidos, generando inflamación crónica. Factores como infecciones previas o predisposición genética pueden influir en su desarrollo.

¿Cómo Puede Ayudar la Osteopatía en la Espondilitis?
Si bien la espondilitis es una condición crónica que no tiene cura definitiva, su manejo adecuado puede ayudar a mejorar la calidad de vida y reducir la progresión de los síntomas. La osteopatía ofrece un enfoque complementario para mejorar la movilidad y aliviar el dolor a través de técnicas manuales adaptadas a cada persona.
Algunas de las formas en que la osteopatía puede contribuir incluyen:
Mejora de la movilidad: Se trabaja sobre la columna, las costillas y otras articulaciones para mantener la flexibilidad y reducir la rigidez.
Liberación de tensiones: Se aplican técnicas suaves en músculos y fascias para disminuir la sobrecarga en las zonas afectadas.
Optimización de la respiración: La rigidez en la caja torácica puede dificultar la respiración. Con técnicas específicas, se favorece una mayor expansión pulmonar.
Estimulación de la circulación: Mejorar el flujo sanguíneo y linfático ayuda a reducir la inflamación y mejorar la oxigenación de los tejidos.
Acompañamiento en la gestión del dolor: A través de un enfoque personalizado, se buscan estrategias para aliviar el malestar y mejorar la calidad de vida.
Un Enfoque Global para el Bienestar
El abordaje osteopático no sustituye el tratamiento médico, pero sí puede ser una herramienta útil para complementar la fisioterapia, el ejercicio y otros enfoques terapéuticos. Mantener la movilidad, cuidar la postura y atender la inflamación de manera integral puede marcar una gran diferencia en la evolución de la espondilitis.
Si experimentas síntomas de espondilitis o ya tienes un diagnóstico, el acompañamiento osteopático puede ayudarte a mantener la funcionalidad y el bienestar en tu día a día.
Comments