TERAPIA CRANEOSACRAL
La terapia craneosacral es un enfoque holístico que se basa en la idea de que nuestro cuerpo funciona como un sistema conectado desde el cráneo hasta el sacro, que incluye las meninges y el líquido cefalorraquídeo, así como todas las estructuras que componen el sistema nervioso central, como el cerebro y la médula espinal.
Este sistema, es como un motor que impulsa y distribuye una energía armoniosa a todo nuestro organismo, influyendo en la salud y vitalidad de cada célula y tejido del cuerpo.
El cráneo está formado por varios huesos que se unen mediante suturas, albergando el cerebro y otras estructuras importantes.
El sacro, situado en la base de la columna vertebral, también tiene un movimiento propio que se sincroniza con el del cráneo a través de la médula espinal.
Dentro del cráneo, el cerebro tiene un movimiento peculiar llamado Impulso Cerebral Rítmico (ICR), que está relacionado con el movimiento del líquido cefalorraquídeo y las membranas que envuelven el cerebro, conocidas como meninges.
Cuando este sistema no funciona correctamente, pueden aparecer síntomas como dolor, ansiedad o insomnio.
La terapia craneosacral busca restablecer el movimiento y la armonía en todo este sistema, identificando y liberando bloqueos que puedan estar interfiriendo con su funcionamiento óptimo.
Esto se logra mediante un contacto suave y profundo sobre el cráneo y otras áreas clave, aplicando una presión casi imperceptible que puede generar una sensación de calma y serenidad en quien la recibe.
A quién va dirigida
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a cualquier persona que busque equilibrar su bienestar físico, emocional y mental
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especialmente útil para quienes experimentan estrés, fatiga, depresión, ansiedad, insomnio y problemas crónicos
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puede beneficiar a personas que sufren dolores de cabeza, mareos, sinusitis, vértigos, acúfenos y trastornos sensoriales
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es recomendable para quienes padecen tensiones en la articulación temporomandibular, escoliosis, discopatías y hernias de disco
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puede ayudar a regular afecciones viscerales como el estreñimiento y el dolor de estómago, entre otros malestares.
Beneficios
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Reducción del estrés y la fatiga.
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Aumento de la vitalidad.
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Integración y gestión mejorada de las emociones.
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Regulación del ciclo del sueño.
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Mejora de la función de los órganos internos.
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Inducción de estados de relajación profunda.
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Activación de los mecanismos de autorregulación del organismo.
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Mejora del sistema inmunológico.